El roble y la caña es un relato que nos invita a reflexionar sobre la importancia de la flexibilidad en las organizaciones y la capacidad de adaptación al cambio.
Las pequeñas y medianas empresas son menos rígidas y más dinámicas; al tener menos procesos, tienen la capacidad de moverse más rápido, adaptarse, flexibilizarse y adaptarse a los cambios del entorno. Si bien ser un roble no está mal, como organizaciones debemos promover la flexibilidad, pues es una habilidad que nos permitirá adaptarnos al entorno cambiante.
Una organización con mentalidad flexible, tiene más posibilidades de generar cambios constructivos que permiten alcanzar los retos estratégicos.
Ahora pregúntate ¿tu organización es un roble o una caña?
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