Una conversación con Susana Zapata, CVO y Cofundadora de Caramelo Escaso

Hablar de cultura no es algo superficial. Es comprender lo que realmente impulsa a las organizaciones desde lo más profundo de sus raíces.
Susana Zapata, CVO (Chief Visionary Officer) y Cofundadora de Caramelo Escaso, lo sabe muy bien. Desde hace más de 16 años ha liderado procesos de transformación cultural en toda LATAM, acompañando a líderes, equipos y compañías a mirar hacia adentro y accionar su cultura con propósito.

Hoy nos comparte su visión sobre liderazgo, propósito, acción y por qué la cultura, más que una declaración, debe vivirse todos los días.

Susi, para quienes aún no nos conocen en Caramelo Escaso, ¿cómo contarías en pocas palabras lo que hacemos y por qué existimos?

Diseñamos procesos de cultura y cambio que se vean reflejados en la acción.
Guiamos con método a quienes creen en la cultura como una herramienta estratégica para hacer crecer sus negocios.
Acompañamos la transformación desde el entendimiento profundo de la cultura, llevándola al desarrollo de capacidades, acciones concretas y, sobre todo, al compromiso real de los líderes y los equipos.

Imagina tu empresa embarcándose en un viaje de transformación. Durante los últimos 16 años, hemos sido guías en cada uno de esos viajes para cientos de compañías en LATAM, ayudándolas a atravesar desafíos y cambios, comprendiendo, activando y movilizando su cultura para lograr resultados conectados con la estrategia.

¿Cuál fue ese momento en tu vida o carrera que te hizo decir: “esto va más allá de un trabajo, esto es un propósito”?

No fue un solo momento, fue la suma de muchos. Todos con un hilo común: la convicción de querer hacer las cosas de forma distinta.
Siempre he sentido el deseo de crecer, de servir, de usar la creatividad y el diseño al servicio de organizaciones abiertas a nuevas formas y nuevas miradas.
El servicio es lo que me mueve. Pero para servir, primero hay que emprender un camino hacia adentro.

Nuestro propósito en Caramelo Escaso es cambiar el mundo desde adentro, co-creando mejores lugares para trabajar, desde la cultura. Y eso implica trabajo interno, coherencia y evolución personal.
El propósito no se encuentra. Se transita, se vive. Y cuando se vive todos los días, transforma personas, equipos y organizaciones. Empezando por la nuestra.

¿Cuál ha sido uno de los aprendizajes más inesperados que te ha regalado acompañar procesos culturales en organizaciones?

Más que inesperado, diría que es un aprendizaje constante:
Si quieres transformar la cultura, empieza por transformar a los líderes.
Y no lo digo como una frase para LinkedIn; lo hemos comprobado en múltiples procesos. Un líder guía la cultura con su ejemplo.
No existen culturas buenas o malas. La cultura es identidad y estrategia, como dice la frase “Si no sabes a dónde vas, cualquier camino te sirve” en cultura pasa lo mismo si no sabes para donde vas, cualquier comportamiento te sirve.

Si tuvieras que describir el corazón de Caramelo Escaso en tres palabras, ¿cuáles serían y por qué?

Servicio: Es nuestra razón de ser. Conectar con nuestros clientes, con el equipo, con nosotros mismos.
Creatividad: Somos emprendedores desde el corazón. Siempre buscamos nuevas formas de impactar, de asumir retos, de hacer las cosas mejor.
Acción: Estamos en el territorio de la acción. Cuando escribimos Cooltura con doble “o” lo hacemos para recordarnos que no basta con declararla, hay que vivirla. Acompañamos a nuestros clientes a llevar esa cultura a lo cotidiano, a lo concreto, a lo real.

¿Qué te inspira en lo cotidiano? ¿Qué cosas no negocias como persona y como líder?

Me inspira aprender de otros, ver cómo cada persona tiene talentos únicos. Me inspira la naturaleza, el mar, los ríos, la inmensidad del universo y la certeza de que estamos aquí para servir y cuidar ese equilibrio.
Me inspiran mi familia, mi equipo, mis amigos. Un buen libro también.
Y no negocio: el compromiso, la responsabilidad, la honestidad, la lealtad y la templanza.

¿Qué le dirías a un líder o empresa que aún cree que la cultura es un tema ‘blando’ o ‘secundario’?

Si aún piensas que la cultura es un tema blando o accesorio, probablemente no has entendido lo que realmente significa.
La cultura no es solo bienestar o clima. Es ventaja competitiva. Es tu estrategia hecha comportamiento.
Cuando la comprendes así, se convierte en prioridad. No en un “nice to have”, sino en el centro de tu gestión como líder.

Gracias Susi, esta conversación nos deja una certeza: hablar de cultura es hablar de decisiones, de liderazgo y de propósito en acción. No es un asunto “blando”, es un aprendizaje continuo que exige coherencia, valentía y trabajo interno.

Esta conversación nos recuerda que transformar la cultura no es imponer, sino comprender. No es correr, sino acompañar. Que cada proceso cultural es también una invitación a mirarnos como líderes, a cuestionarnos y a evolucionar.

Por mostrarnos que cuando la cultura se vive de verdad, se convierte en una de las herramientas más poderosas para transformar organizaciones… y también personas.

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